Este Blog forma parte del proyecto ”Crónicas imaginarias de una hecatombe real” el cual se realizara dentro del marco del curso de Redacción Universitaria de la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, división Ciencias Sociales y Humanidades, Departamento de Humanidades.



lunes, 14 de noviembre de 2011

La incertidumbre

Las semanas seguían transcurriendo. Como cada noche, desde que nuestros padres ya no están con nosotros: mamá, Diana y yo veíamos las noticias.

Sólo había pasado medio año desde que no sabíamos nada de nuestros familiares y tal pareciera que ya había transcurrido más tiempo.

Cuando veíamos las noticias, teníamos la esperanza de saber alguna novedad de ellos. Pero lo único que observábamos eran más muertes, injusticias, protestas, delincuencia, enfrentamientos de la policía en contra de narcotraficantes y habladurías del gobierno para justificar su mala administración. Nada de esto era una novedad en el país. De hecho si de algo nos caracterizamos es por tener un pésimo Gobierno, y a causa de ello un país con mucha delincuencia.

¡La incertidumbre, la desesperación, la tristeza, el temor, la inseguridad y sobretodo la impotencia, ya es una forma de vivir para todos los mexicanos!

Algunos sufrían nuestra misma situación y otros cuantos solo el temor de la inseguridad, mientras que los de posición más alta del país –el Gobierno y los grandes empresarios- conocían el significado de riqueza, lo que para ellos es sinónimo de “felicidad”.
El Gobierno aparentemente ha hecho milagros en la economía del país, cuando en realidad solo ha contribuido para ayudar a los grandes empresarios y a disminuir las posibilidades de una vida digna para las clases bajas.

Hoy como todas las noches vimos noticiero, en donde anunciaban que en Michoacán había sido capturado el narcotraficante el Diablo.  Al ver la noticia: nos asustamos mucho, pues las imágenes eran muy violentas. Con tan impactante noticia y sabiendo que papá se encontraba allí… 

¡Sentí mucha preocupación!

Papá podría haber resultado herido durante ese tiroteo. Por otra parte, existía la ilusión de que al haber sido capturado el Diablo papá regresaría por fin a casa.

Seguían pasando los días y no sabíamos nada de nadie, excepto del papá de Diana que ya le había mandado dinero y al parecer se encontraba bien.

¡Nuestra última esperanza para saber noticias de papá, era por medio de la mamá de Diana!

Al día siguiente, recibimos una carta de la señora Lupita (mamá de Diana). La carta decía que la señora se encontraba bien de salud, aunque muy triste por el distanciamiento que tenía con sus hijas. Doña Lupita estaba trabajando en un comedor, en donde se preparaban los alimentos para los militares. También nos dijo que probablemente en un par de meses ya este de regreso, pues en el comedor donde trabaja llegarían nuevas cocineras. Los meses que ya tenía sirviéndole al ejército eran un infierno, ya que la trataban pésimo, e incluso un par de veces la llegaron a golpear. 

Mientras leíamos la carta, nos encontramos con una terrible noticia…

¡Papá había muerto!

(Final)

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