Este Blog forma parte del proyecto ”Crónicas imaginarias de una hecatombe real” el cual se realizara dentro del marco del curso de Redacción Universitaria de la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, división Ciencias Sociales y Humanidades, Departamento de Humanidades.



lunes, 21 de noviembre de 2011

Ni una esperanza más

La noticia de que papá había fallecido, fue muy fuerte. Por más que intenté no flaquear enfrente de mamá, fue inevitable y también me desahogué. No era para menos, una de las personas más importantes en mi vida había muerto. Por si no fuera poco, esa no era la única mala noticia. La señora Lupita nos dijo que como ya era de esperarse en este tiroteo no habían logrado capturar a todos los integrantes de la banda perseguida; en consecuencia, los individuos que faltaban por capturar estaban mandando amenazas al cuartel en donde antes había estado mi papá.

Estas amenazas eran dirigidas a los militares involucrados en la captura del Diablo. Las intimidaciones decían que tanto integrantes de la milicia, como sus familiares, pagarían por haber capturado a su máximo líder.

Doña Lupita estaba muy preocupada por nosotras porque corríamos un gran peligro, ya que cuando encontraron el cuerpo de papá ya no traía una fotografía que conservaba, en la cual estábamos los tres juntos (mamá, papá y yo).  Sentimos un gran temor al saber esto, pues doña Lupita supone que la fotografía fue a parar a manos de esos delincuentes y ahora sería más fácil que nos encontraran.

La situación es muy devastadora. No fue suficiente con la muerte de mi papá. Ahora  hasta seremos perseguidas por unos delincuentes. Todo esto, a causa del mal gobierno en México que trata de tapar el sol con un dedo, cuando todos los mexicanos sabemos y somos victimas de la terrible situación por la que está pasando el país.  

¡No cabe duda qué todo ha empeorado!

Cuando por fin creía que todo volvería a la normalidad, llega esta noticia que ha marcado por siempre mi vida. Sé que en mis manos no esta el cambio, y aunque faltan unos meses para elegir a un nuevo candidato a la presidencia del país nosé si haré una buena elección. Nuestra última esperanza es que llegue un buen líder a la presidencia. Quizá esto se escuche demasiado falso, puesto que todos los mexicanos ya no confiamos que algún día haya un buen gobernante.

Dicen que la esperanza es lo último que muere, pero por nuestra parte ya la hemos perdido.

Tal vez a largo de la historia de nuestro país no nos hemos encontrado con un gobierno que cumpla al 100 por ciento lo que promete, pero en este sexenio fuimos de mal en peor. De mi inocente infancia solo queda el recuerdo de lo que un día fue. No hay mejor visión del mundo que la de cuando eres un niño, ya que no te percatas de malas situaciones que hay a tu alrededor y solo pintas lo bonito de tu imaginación, sin imaginar el otro lado del sol.
(Final)

lunes, 14 de noviembre de 2011

La incertidumbre

Las semanas seguían transcurriendo. Como cada noche, desde que nuestros padres ya no están con nosotros: mamá, Diana y yo veíamos las noticias.

Sólo había pasado medio año desde que no sabíamos nada de nuestros familiares y tal pareciera que ya había transcurrido más tiempo.

Cuando veíamos las noticias, teníamos la esperanza de saber alguna novedad de ellos. Pero lo único que observábamos eran más muertes, injusticias, protestas, delincuencia, enfrentamientos de la policía en contra de narcotraficantes y habladurías del gobierno para justificar su mala administración. Nada de esto era una novedad en el país. De hecho si de algo nos caracterizamos es por tener un pésimo Gobierno, y a causa de ello un país con mucha delincuencia.

¡La incertidumbre, la desesperación, la tristeza, el temor, la inseguridad y sobretodo la impotencia, ya es una forma de vivir para todos los mexicanos!

Algunos sufrían nuestra misma situación y otros cuantos solo el temor de la inseguridad, mientras que los de posición más alta del país –el Gobierno y los grandes empresarios- conocían el significado de riqueza, lo que para ellos es sinónimo de “felicidad”.
El Gobierno aparentemente ha hecho milagros en la economía del país, cuando en realidad solo ha contribuido para ayudar a los grandes empresarios y a disminuir las posibilidades de una vida digna para las clases bajas.

Hoy como todas las noches vimos noticiero, en donde anunciaban que en Michoacán había sido capturado el narcotraficante el Diablo.  Al ver la noticia: nos asustamos mucho, pues las imágenes eran muy violentas. Con tan impactante noticia y sabiendo que papá se encontraba allí… 

¡Sentí mucha preocupación!

Papá podría haber resultado herido durante ese tiroteo. Por otra parte, existía la ilusión de que al haber sido capturado el Diablo papá regresaría por fin a casa.

Seguían pasando los días y no sabíamos nada de nadie, excepto del papá de Diana que ya le había mandado dinero y al parecer se encontraba bien.

¡Nuestra última esperanza para saber noticias de papá, era por medio de la mamá de Diana!

Al día siguiente, recibimos una carta de la señora Lupita (mamá de Diana). La carta decía que la señora se encontraba bien de salud, aunque muy triste por el distanciamiento que tenía con sus hijas. Doña Lupita estaba trabajando en un comedor, en donde se preparaban los alimentos para los militares. También nos dijo que probablemente en un par de meses ya este de regreso, pues en el comedor donde trabaja llegarían nuevas cocineras. Los meses que ya tenía sirviéndole al ejército eran un infierno, ya que la trataban pésimo, e incluso un par de veces la llegaron a golpear. 

Mientras leíamos la carta, nos encontramos con una terrible noticia…

¡Papá había muerto!

(Final)

martes, 8 de noviembre de 2011

Una desafortunada, pero necesaria decisión

La alegría de ver que papá se encontraba allí –tan cerca de mí- era muy grande, corrí y lo abrase con mucha emoción. Mamá, al igual que yo, lloró de felicidad. Al momento no pensamos en la “tan esperada decisión de papá”.  En un solo instante, todo a mí alrededor, parecía que volvía a ser como antes: en Veracruz, con mi pequeña y hermosa familia. Pero una mala noticia opacó mi gran felicidad: la decisión de papá había sido…
¡Trabajar para el ejército!
Como lo había imaginado, papá tomó esa decisión porque no iba a exponer a mama en una labor tan riesgosa como lo era el ejército mexicano, ya que en estos tiempos el único primer lugar que tenemos es en “delincuencia”. En fin… todo pasa por algo, ahora solo queda respetar la decisión de papá.
"La magia del momento –de mi vida en Veracruz- se desvaneció."
Papá nos dijo que no nos preocupáramos,  que tuviéramos fe en que muy pronto todo esto pasaría y que todo saldría bien. Pero algo extraño note e su mirada. Y no era para más, pues según el acuerdo con La Nueva Milicia: el ciudadano deberá de servirle al ejército todo un año, durante el cual no tendrá derecho de ver a su familia. Por si no fuera poco, ese mismo día tendría que irse a Michoacán, debido a que allá se llevaría acabo uno de sus primeros retenes para localizar a un narcotraficante muy buscado el Diablo.
Papá se ha ido y todo vuelve a la normalidad. A diferencia de que ahora sí sabemos que papá ya está dentro del país, pero nuestra nueva angustia es que él se encuentra en peligro.
Después de un rato, le pregunte al dueño acerca del papá de Diana; me dijo que el documento con la solución de su juicio, se había entregado directamente a sus familiares.
Pasaron un par de semanas y por fin supe noticias de Diana. Me ha mandado una carta en la que me dice que su hermanita está muy enferma; por tales motivos su papá tendrá que regresar a Estados Unidos para  poder solventar los gastos del tratamiento para su hermana, y en consecuencia como lo indica La Nueva Milicia…
¡Su mamá trabajará con el ejército!
En esta situación Diana tuvo que venirse a la Ciudad, para que su hermana pudiera  iniciar su tratamiento. Esto era un poco peligroso, ya que mi mamá podría enterarse de que mi amiga es cristiana. Y por otra parte si los dueños se llegasen a enterar –de su religión de Diana-  despedirían a mamá, pues ellos son sumamente católicos.
Cuando Diana llegó a México, también colaboró con los quehaceres de la gran casa y se encargaba de llevar a las consultas a su hermanita. Todas las noches platicábamos de lo bien que la pasábamos en Veracruz. Las charlas con ella eran tan amenas, que la incertidumbre por no saber de nuestros padres –su mamá y mi papá en el ejército, y su papá en Estados Unidos- se hacía menos.
(Final)

lunes, 31 de octubre de 2011

Un secreto

Ha pasado una larga semana y no sabemos que decisión tomó papá acerca de las condiciones de La Nueva Milicia. A veces, me pongo a pensar…
¿Qué decisión elegirá papá?
¿Permitirá que trabajemos para el ejército?
Tantas cosas pasan por mi cabeza, que hasta de la escuela me olvidé. De mi amiga, tampoco he sabido nada. ¡Que desesperación! Conociéndola, sé que ya me hubiera respondido la carta.  Esta situación me preocupa, ya que antes de que nos viniéramos a la ciudad, su hermana menor estaba un poco enferma.
Diana es como mi hermana, con ella he compartido una infinidad de cosas: alegrías, tristezas, enojos y los más importantes secretos. En especial uno, que de ser descubierto por mis padres nos costaría la valiosa amistad que hemos tenido durante diez años. Diana practica una religión diferente a la mía: el cristianismo. Debido a esto, mamá y papá, no me permitirían tener amistad con ella. Eso a mi no me importa porque ella ha sido como una hermana para mi, y aunque mis padres se opusieran entre nuestra amistad, ella y yo, siempre seremos las mejores amigas.
¡Cuánto te extraño Diana!
Hoy por la tarde, el dueño llegó a comer a casa y nos comentó que ya están por concluir los juicios de los indocumentados. Mañana por la tarde, él nos traerá información acerca del acuerdo de los indocumentados con el Gobierno.
Ha amanecido, mamá y yo, estamos muy ansiosas por saber la decisión de papá. Hoy que por fin sabremos la noticia más esperada, cada hora, minuto y segundo se hacen eternos. Son las 8:30 pm, y el dueño está apunto de llegar. Mamá dice que no me preocupe, pues cualquier decisión que tomé papá será la mejor para la familia.  Algo me dice que papá elegirá irse a Estados Unidos, ya que  sabe la ilusión que tengo de volver a la escuela. Pero por otra parte, dudo que exponga a mamá o a mí para que trabajemos con el ejército.
Por fin ha llegado el dueño, nos ha mandado llamar a su despacho. Supongo que es para darnos la solución acerca del juicio de papá. 
Cuando entramos -al despacho-  nos  impresionamos al ver que…
 ¡Papá estaba con el dueño de la casa!                                             
(Final)

lunes, 24 de octubre de 2011

Una luz que no ilumina

Ahora no queda más que esperar el traslado de papá, ya que -como lo indica la nueva ley- el indocumentado será deportado a México, y una vez que ya se encuentre en el país, será llevado a un juicio para que se le haga saber sus derechos y obligaciones según La Nueva Milicia. Posteriormente se le hará firmar un documento, en el cual, el ciudadano elegirá entre servirle al ejército o que un integrante de su familia le sirva a esté.

"Han pasado un par de semanas. Estamos con el pendiente de no saber nada de papá, pero no perdemos la esperanza de que muy pronto regrese."

Mas tarde el dueño llegó y nos mostró una lista con nombres de los ciudadanos recién llegados de Estados Unidos. Muy desesperadas, vimos la lista; gracias a Dios ahí estaba el nombre de papá.
Mamá se puso a llorar de la felicidad y con una gran sonrisa abrazo al dueño de la casa. No era para más… ¡Papá ya estaba en México! Fue la mejor noticia que pudimos haber recibido después de tanta espera.
¡Que felicidad!

En ese momento no se me ocurrió más que ir a verlo, pero eso era imposible. El Gobierno había restringido las visitas a los deportados hasta que firmaran el documento, como lo indicaba La Nueva Milicia.Al ver esa lista, me encontré con la sorpresa de que allí también estaba escrito el nombre del papá de Diana. Me dio tanta alegría por ella, que decidí mandarle una carta...

    Querida Diana:


   Espero que estés bien, amiga. Quiero pedirte una disculpa, ya que por problemas que hemos tenido en la ciudad, no me había sido posible escribirte.

El motivo de esta carta es para informarte que en México se acaba de implantar una nueva ley –La Nueva Milicia- en la cual dice que cualquier mexicano que este de ilegal en Estados Unidos, será deportado a México y posteriormente, se le hará firmar un documento donde él elegirá entre el servirle al ejército mexicano o que un integrante de su familia le sirva a este; a cambio el ciudadano recibirá sus documentos para poder regresar a trabajar a Estados Unidos.

Sé que tu papá también está de ilegal en Estados Unidos. Al igual que yo, también te has de encontrar angustiada, pero no te preocupes. El dueño de la casa en donde está trabajando mi mamá, hoy nos mostró una lista en la que aparecen los nombres de los deportados que ya están en México y por fortuna también está el nombre de tu papá.

Cualquier novedad que sepa, te la haré saber.

PD: te extraño mucho Dianis. Cuídate y espero también saber noticias de ti. Saludos a tu mamá.

¡Te quiero mucho, amiga!

(Final)

domingo, 16 de octubre de 2011

El comienzo del desenlace

Mamá me dijo que solo nos quedaríamos temporalmente en la ciudad, en lo que papá nos mandara dinero. Pero las cosas se agravaron y al parecer nos tendremos que quedar más tiempo aquí.

Han pasado dos meses desde que llegamos a la ciudad y aún no sabemos nada de papá, pero al fin mamá encontró un empleo: será trabajadora domestica de una familia –católica- que tiene mucho dinero. Es una casa enorme, en la cuál también viviremos y tal vez tenga la oportunidad de estudiar.

El primer día que llegamos a la gran casa, todo iba bien. Los dueños nos presentaron con los demás empleados, nos dieron un recorrido por la casa y nos dirigieron al lugar donde dormiríamos. Mamá estaba contenta por su primer día de trabajo, hasta que llegó la noche y vimos en las noticias un reportaje acerca de una nueva ley que se ejercerá en México. Decía: cualquier mexicano que este de ilegal en Estados Unidos, será deportado a México; donde posteriormente se le hará firmar un documento de mutuo acuerdo entre el ciudadano y una parte representante del Gobierno, para que él elija entre el servirle al ejército mexicano o que un integrante de su familia le sirva a esté; a cambio el ciudadano recibirá sus documentos para poder regresar a trabajar a Estados Unidos.

Cuando mi mamá vio el reportaje se alarmó e imaginó que tal vez esa era la razón por la cual no sabíamos nada de papá. Con la inquietud de salir a buscarlo en ese mismo momento, llegamos a la conclusión de que al amanecer hablaríamos con el dueño de la casa para pedirle ayuda, ya que él trabaja para el Gobierno y quizás esté relacionado con la nueva ley.

Al amanecer, fuimos hablar con el dueño de la casa y le comentamos acerca de la situación de papá. Él nos dijo que efectivamente esa ley ya se ejerció en México desde hace dos meses, pero para evitar cualquier tipo de manifestación por parte de la sociedad. El Gobierno no la hizo pública para así poder ejercerla sin ningún problema de que el pueblo mexicano la fuese querer abolir.

El dueño nos explico que esta ley llamada La Nueva Milicia, fue creada para reforzar las tropas mexicanas, debido al grave incremento de la delincuencia en los últimos años. Por está razón el Gobierno decidió aprovechar el problema de los mexicanos indocumentados, para que a través de la condición que contiene la nueva ley – el ciudadano elegirá entre el servirle al ejército mexicano o que un integrante de su familia le sirva a esté; a cambio el ciudadano recibirá sus documentos para poder regresar a trabajar a Estados Unidos - no tuvieran mas alternativa que servirle al ejército Mexicano.

domingo, 9 de octubre de 2011

Cruel realidad

¡Han pasado tantas cosas!  Y no sabes cómo quisiera seguir siendo la niña inocente que no se daba cuenta de la cruel realidad e imaginaba un mundo feliz. A veces pienso que si todos pudiéramos dibujar la forma de vivir en este mundo...
¡Todos seríamos felices!
Me llamo Ana. Provengo de una familia cuyas creencias religiosas son Católicas.  Tengo  18 años  y soy originaria de Jalapa, Veracruz; donde actualmente vivo con mi mamá “Rosa”. Mi papá se llama “Israel” y por razones económicas hace 13 años tuvo que emigrar junto con otros paisanos a Estados Unidos para trabajar en la recolecta de algodón, tomate, tabaco entre otros productos.
Papá cada mes nos manda dinero, y por lo regular habla por teléfono cada fin de semana, pero últimamente no hemos sabido nada de él. Mamá está muy preocupada porque ya no alcanza el dinero desde la última vez que nos mandó papá. Por tales motivos, mamá ha decidido que debemos  irnos a la Ciudad de México para buscar  un trabajo, y podernos mantener mientras que sabemos noticias de él.
La idea de trasladarnos a México en parte me disgusto, ya que en el noticiero pasan muchos reportajes de que allá hay mucha delincuencia y para ser sincera me da mucho miedo. Sin embargo, la idea también es buena porque podré retomar mis estudios, puesto que por falta de dinero no pude concluir mi bachillerato. Se que el irnos a la ciudad  será un gran cambio en mi vida, pero espero y sea para bien.
¡Aunque extrañaré mucho a “Diana” mi mejor amiga!
Al llegar a México creí que podríamos tener una mejor calidad de vida y que mamá tendría la oportunidad de conseguir un buen empleo, pero pasó todo lo contrario: primero porque no teníamos donde vivir, en segunda porque en ningún lugar querían contratar a mamá, y como consecuencia yo también tuve que comenzar a buscar un empleo. En esta situación, la idea de entrar a la escuela se desvaneció.
(Final)

domingo, 2 de octubre de 2011

Nada es igual


Un día imaginé  la vida de una forma tan hermosa. Pero claro, eso solo era la imaginación de una niña. Que hace algunos años pintaba con los colores más alegres, un mundo donde todo era feliz.  En el cual: las personas se ayudaban unas a las otras, donde no se sabía el significado de violencia, donde existía la tolerancia, el amor, la paz, el respeto y sobre todo la igualdad.
Ahora que han pasado los años  me he dado cuenta que nada es igual. Que todo era producto de una inocente fantasía. Hay tantos sentimientos encontrados que no sé cómo explicarlos. Me siento tan desilusionada de todos, que no logro entender cómo llegamos a tal situación.
Hoy, es todo lo contrario de lo que un día imaginé. La gente ya no es capaz de ayudarse mutuamente, porque en la situación en la que nos encontramos apenas y podemos salir adelante nosotros mismos. Hay mucha delincuencia, de la palabra “paz” solo conocemos las letras y el murmullo de lo que un día fue.  Aparentemente la igualdad existe pero, tú podrías llamar “igualdad” a una sociedad donde hacen menos a la gente por tener pocos recursos. O mejor aún,  ¡discriminar a las personas por tener una preferencia sexual distinta a la que muchos estaban acostumbrados ver! Todo ha llegado al límite, que hasta la iglesia por poco quiere desterrar a los pobres homosexuales que salen del “closet”.
Pues así es, la igualdad no existe y por lo tanto la democracia mucho menos. El término democracia se ha quedado a medias, aunque en realidad creo que siempre ha sido así. El Gobierno se llena de palabras diciendo que todo está bien, cuando en realidad cada vez vamos de mal en peor.
Nuestros padres día con día trabajan para brindarnos una mejor educación y  por lo menos una estabilidad en nuestro hogar. Pero además, los niños también trabajan, debido a que han sido víctimas de unos malos padres o simplemente porque en sus casas ya no alcanza más que para un plato de frijoles con huevo. Actualmente hasta por tener una pequeña propiedad, nuestros padres tienen que pagar. Pero todo esto solo ha contribuido para mantener a los de la clase más alta, ya que con tanto  impuesto pronto pagáremos hasta por el aire que respiramos.
En fin... el trascurso del tiempo solo ha traído más problemas a la sociedad.  
(Final)