Este Blog forma parte del proyecto ”Crónicas imaginarias de una hecatombe real” el cual se realizara dentro del marco del curso de Redacción Universitaria de la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, división Ciencias Sociales y Humanidades, Departamento de Humanidades.



domingo, 9 de octubre de 2011

Cruel realidad

¡Han pasado tantas cosas!  Y no sabes cómo quisiera seguir siendo la niña inocente que no se daba cuenta de la cruel realidad e imaginaba un mundo feliz. A veces pienso que si todos pudiéramos dibujar la forma de vivir en este mundo...
¡Todos seríamos felices!
Me llamo Ana. Provengo de una familia cuyas creencias religiosas son Católicas.  Tengo  18 años  y soy originaria de Jalapa, Veracruz; donde actualmente vivo con mi mamá “Rosa”. Mi papá se llama “Israel” y por razones económicas hace 13 años tuvo que emigrar junto con otros paisanos a Estados Unidos para trabajar en la recolecta de algodón, tomate, tabaco entre otros productos.
Papá cada mes nos manda dinero, y por lo regular habla por teléfono cada fin de semana, pero últimamente no hemos sabido nada de él. Mamá está muy preocupada porque ya no alcanza el dinero desde la última vez que nos mandó papá. Por tales motivos, mamá ha decidido que debemos  irnos a la Ciudad de México para buscar  un trabajo, y podernos mantener mientras que sabemos noticias de él.
La idea de trasladarnos a México en parte me disgusto, ya que en el noticiero pasan muchos reportajes de que allá hay mucha delincuencia y para ser sincera me da mucho miedo. Sin embargo, la idea también es buena porque podré retomar mis estudios, puesto que por falta de dinero no pude concluir mi bachillerato. Se que el irnos a la ciudad  será un gran cambio en mi vida, pero espero y sea para bien.
¡Aunque extrañaré mucho a “Diana” mi mejor amiga!
Al llegar a México creí que podríamos tener una mejor calidad de vida y que mamá tendría la oportunidad de conseguir un buen empleo, pero pasó todo lo contrario: primero porque no teníamos donde vivir, en segunda porque en ningún lugar querían contratar a mamá, y como consecuencia yo también tuve que comenzar a buscar un empleo. En esta situación, la idea de entrar a la escuela se desvaneció.
(Final)

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